viernes, 23 de diciembre de 2011

Pan de cerveza negra y avena


Esta entrada se la quiero dedicar a mis amigos Emilio y Blanca, de los cuales ya os he hablado en más de una ocasión. Fueron ellos quienes, por mi cumpleaños (del cual hace ya casi tres meses, anda que no llevo retraso de publicaciones en el blog ni nada, ¡¡oops!!), que celebramos una noche de Octubre con una cenita en su casa, me regalaron un libro que quería hacía ya muchísimo tiempo: "Pan", de Xabier Barriga. Cuando lo desenvolví me puse loca de contenta, me hacía mucha ilusión, y enseguida lo comencé a ojear; se me hacía la boca agua con todos y cada uno de los panes, no sabía con cuál estrenar mi nuevo recetario... hasta que llegué a la página 118 y vi en ella la receta que os traigo hoy.

Si hace unos años me llegan a decir que la cerveza negra se podía usar para cocinar, me hubiera llevado las manos a la cabeza. Ya siempre me había parecido extraño que hubiera quien se atreviera a cocinar con cerveza rubia, cuanto menos, esto. Así que cuando Elena, una mami múltiple encantadora, compartió en el foro hace casi dos años la receta del Guinness Stout Chocolate Cake, fue de extrañar que me lanzara a hacerla enseguida. Supongo que mi inclinación natural hacia lo extraño, complicado y tedioso me impulsó a ello. El resultado me fascinó, así que he repetido este bizcocho en muchas ocasiones, siendo siempre un éxito. Aprendí con aquella receta que la cerveza negra potencia el sabor del resto de ingredientes, y por eso, cuando vi la receta del pan que os traigo hoy, me animé a hacerla, porque, si ya sabía lo que la cerveza negra era capaz de hacer en un postre dulce, ¿cuál sería su influencia como ingrediente en una receta salada? La curiosidad me removía por dentro, y decidí lanzarme a descubrirlo.
Así que, a la mañana siguiente de regalarme el libro, en cuanto volví a casa de llevar a las triprincesas a la guardería, me puse manos a la obra. Xabier Barriga sigue métodos tradicionales y emplea su amasadora, como mis medios son algo más escasos yo elaboré este pan con la ayuda de mi panificadora, con mis dos manitas y con mucha paciencia. Sin más preámbulos, a continuación os dejo mi receta:


PAN DE CERVEZA NEGRA Y AVENA



* Ingredientes:

a) Para la masa madre:

- 500 g de harina de fuerza.
- 10 g de sal.
- 350 ml de cerveza negra.
- 125 gramos de salvado de avena (la receta original usa copos de avena, pero yo tenía mucho salvado de avena en casa de mi intento fallido de hacer la dieta Dukan y decidí aprovecharlo).
- 5 g de levadura fresca de panadería.

b) Para el baño de cerveza:

- 150 gramos de harina integral.
- 150 gramos de cerveza negra.
- 5 gramos de levadura fresca de panadería.


* Modo de elaboración:

1) Introducir todos los ingredientes en la panificadora (primero los líquidos y, a continuación, los sólidos) y ponerla a funcionar en el programa "Masa". Al acabar, sacar la masa con las manos ligeramente humedecidas y terminar de amasar a mano.

2) Tapar la masa y dejarla reposar una hora. Pasado este tiempo, hacer un pliegue a la masa y dejarla reposar otros 45 minutos.

3) Dividir la masa en dos partes iguales y redondearlas sin excesiva manipulación. Colocarlas sobre un paño de lino previamente enharinado.

4) Preparar el baño de cerveza mezclando muy bien los ingredientes. Extenderlo homogéneamente por encima de los panes con ayuda de una espátula.

5) Dejar fermentar hasta que haya doblado su volumen (aproximadamente dos horas).

6) Precalentar el horno a 250ºC con calor arriba y abajo y poner los panes en la bandeja del horno, previamente forrada con papel vegetal. Espolvorear los panes con harina por encima.

7) Bajar la temperatura a unos 180-190ºC y mantenerla así durante unos 50 minutos, o hasta que el pan esté hecho (es decir, cuando la corteza se haya dorado).

8) Una vez el pan esté hecho, sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla antes de consumir (para mí este es el paso más difícil de llevar a cabo, porque con ese olor y esa pinta es muy complicado resistirse a hincarle el diente, jejejejeje).

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Espero que os haya gustado esta receta, yo es un pan que espero poder repetir pronto, porque el sabor intenso que tiene, lo crujiente que está por fuera y lo esponjoso que está por dentro hacen que merezcan la pena las horas de trabajo que hay que dedicarle.

Antes de despedirme quisiera desearos una felicísima Navidad. Mis mejores deseos en estas fiestas para todos vosotr@s y vuestra gente. ¡¡Besitos múltiples a tod@sss!!

martes, 20 de diciembre de 2011

Tarta-iPad para mi cuñado


"Vuelve, a casa vuelve, por Navidad"... Así reza la canción que acompaña a un conocido spot navideño que desde hace años es un icono de estas fiestas, pero en este caso, hace referencia a mi regreso al blog. Antes de comenzar con la entrada de hoy, quisiera pediros disculpas por estos dos meses de inesperada ausencia, pero mi vida ha dado un giro impresionante y he tenido que cambiar la manera de organizarme, y hasta que he conseguido acoplarme a estos cambios, no he tenido tiempo para apenas nada que no fuera relativo a mi casa y mi familia. Espero que sepáis perdonarme.

Hoy es el 40º cumpleaños de mi cuñado, aunque lo celebramos con una fiesta por todo lo alto el sábado pasado. Allá por el mes de Septiembre, su mujer, es decir, mi hermana mayor, me pidió que quería que le hiciera una tarta espectacular para la fiesta de cumpleaños de su marido; miramos juntas modelos de distintas tartas con fondant en Internet, y finalmente, cuando vio una con forma de iPad, me pidió que, por favor, hiciera una así, ya que su marido es un enamorado de esta tablet de Apple. Accedí a ello, aún a sabiendas de que esa tarta era de un nivel de complejidad al que yo no he llegado todavía, pero aún faltaban tres meses para el evento y pensaba (¡ilusa de mí!) que tenía tiempo más que suficiente para ensayar y perfeccionar técnicas para luego poder aplicarlas en esta tarta. Luego me encontré con que ante los cambios de mi vida no tenía tiempo siquiera de sentarme, cuanto menos, de ponerme a perfeccionar mis técnicas de elaboración de tartas con fondant.

Conocí el mundo del fondant mediante mis amigas y compañeras de los foros de madres múltiples. Sin embargo, hasta que asistí a un curso de decoración de tartas de la mano de Gemma Ferrandis (The Queen of Tarts), no tenía ni la más remota idea de cómo realizar con mis propias manos este tipo de dulces creaciones. De esto hace ya año y medio, y me gustó tanto la manera que tiene Gemma de explicar las cosas, su paciencia, su disponibilidad a adaptarse a las aspiraciones de las asistentes a sus cursos, etc., que posteriormente he hecho varios cursos de diversas temáticas con ella. Esto ha hecho que ella y yo tengamos contacto frecuente, y que nos conozcamos mejor. Es una mujer encantadora. Por eso, cuando vi que se acercaba la fecha del cumpleaños de mi cuñado y que aún no sabía ni por dónde comenzar, la llamé, y le pedí que por favor me diera una clase particular para poder hacer esta tarta-iPad. Y como es más buena que el pan, aceptó. Así que la semana pasada Gemma estuvo en mi casa y entre las dos, codo con codo, hicimos esta tarta; ella me fue guiando para hacer todo aquello que tenía dudas de cómo elaborar y, a su lado, todo fue ya no sólo mucho más sencillo, sino también más agradable, porque poder trabajar tantas horas tan bien acompañada, hizo que se nos pasara el tiempo volando.


La base imita la caja en que viene el iPad, y es un bizcocho Madeira Sponge Cake (la receta es la misma que empleé para la tarta-princesa para Claudia), relleno de buttercream de chocolate de Betty Crocker (no me dio tiempo a hacerlo artesanalmente en casa, ¡¡oops!!), calado en almíbar de licor de piruletas y cubierto con fondant blanco. La "manzanita" está impresa con tinta comestible en una lámina de azúcar. El iPad como tal está hecho de Rice Krispie Treats (podéis ver la receta paso a paso aquí), cubierto con fondant y con una foto de mi cuñado (que muy amablemente me ha cedido sus derechos de imagen y ha accedido a que publique tal cual la tarta con su foto, sin pixelizar ni taparle los ojos) impresa con tinta comestible en una lámina de azúcar.

La verdad es que estoy muy contenta de cómo ha quedado, y aunque fueron muchas horas de trabajo las que hubo que dedicarle a esta tarta, ver la cara de impacto e ilusión de mi cuñado cuando el sábado en su fiesta le sacó mi hermana la tarta para que soplara las velas, mereció la pena. Todos los asistentes quedaron maravillados y les gustó mucho. Espero que a vosotr@s, mis seguidor@s, también os guste. ¡¡Besitos múltiples para tod@SSS!!